La Brujeria

Se dice que la brujería data desde los tiempos de la antigua Mesopotamia y Egipto. Así se demuestra en la Biblia al igual que en otros antiguos escritos como el Código de Hammurabi (2000 A.C.), lo cual nos da una idea que siempre hubo la tendencia de practicar estos actos, considerados de magia negra.

Se debe recalcar que no todos los brujos siguen las mismas prácticas Pero no es extraño que el brujo haga un pacto con espíritus, abjure a Cristo y los Sacramentos, haga rituales como parodias de la Santa Misa o de los oficios de la Iglesia, adoren al Príncipe de las Tinieblas y participan en reuniones de brujos donde hacen sus maldiciones. La brujería está estrechamente relacionada con el satanismo.

Analizando podemos concluir que en la brujería y en la magia hay elementos comunes:
  1. La realización de rituales o de gestos simbólicos.
  2. El uso de sustancias y objetos materiales que tienen significado simbólico.
  3. Pronunciamiento de un hechizo.
  4. Una condición prescrita del que efectúa el rito.
La brujería consta de rituales para hacer sus hechizos, que consiste en ejercer un maleficio o atadura sobre su victima, algunos de los cuales requieren hierbas particulares. También hay palabras de conjuro o hechizo que pueden ser escritas para obtener un mayor poder. Quién realiza el rito debe desear su propósito con todas sus fuerzas para obtener mayores efectos y algunas veces debe ayunar por 24 horas antes de realizar el rito para purificar el cuerpo.

¿Es real el poder de la brujería?
Puede ser real, pero en muchos casos puede ser también sugestión de la mente, es decir pura mentira. En ambos casos está actuando el demonio, príncipe de la mentira.

La Biblia, la enseñanza de los Padres de la Iglesia y la tradición no dejan lugar a dudas sobre el hecho que los seres humanos tienen la libertad para pactar con el diablo el cual tiene influencia en la tierra y en las actividades humanas. Por otro lado algunos Padres como San Jerónimo, pensaban que en muchos casos la brujería es sugestión de la mente.

La Biblia condena la brujería y la hechicería, no como falsas o fraudulentas, sino por ser una abominación: "A la hechicera no la dejarás con vida" (Exodo 22,18; Ver también Deuteronomio 18,11-12). La narrativa de la visita del rey Saúl a la hechicera de Endor (I Reyes 28) demuestra que su evocación de Samuel fue real y tuvo efecto. En Levítico 20,27 se lee: "El hombre o la mujer en que haya espíritu de nigromante o adivino, morirá sin remedio: los lapidarán. Caerá su sangre sobre ellos". Está claro que en estos casos se trata de un espíritu adivino.

El Antiguo Testamento muestra claramente como los antiguos Israelitas y sus vecinos paganos estaban conscientes de la brujería y la magia. En el libro de Éxodo 7:11 leemos que el Faraón: "llamó a todos los sabios y adivinos. Y ellos también, los magos de Egipto, hicieron las mismas cosas (que Moisés) por medio de sus artes secretas".
La brujería opera con poder satánico (dado por Satanás). Se trata de los poderes que oprimen a los hombres y que Jesucristo confrontó hasta morir y resucitar para librarnos de ellos. Su victoria no nos evita la lucha contra el maligno sino que nos da la fuerza para vencerlo si tenemos fe.

Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. Efesios 6:12

Por tanto debemos evitar tanto el exagerar como el minimizar el poder de Satanás. En una guerra es esencial conocer las fuerzas contrarias y saber como vencerlas. Satanás tiene poder para tentar y asediar a los fieles, pero su poder no es comparable al de Dios Todopoderoso. Satanás puede causar persecuciones y hasta el martirio de los fieles. La victoria de los santos no está en vivir sin pruebas sino en vencerlas manteniéndose fieles a Dios.

Podemos entonces señalar que el demonio existe y entra en relación con aquellos que lo buscan. Como recompensa a quién le ofrece culto, el demonio otorga poderes preternaturales para obtener poder, fama, dinero, influencia, es decir las cosas que desea la carne. Por medio de la brujería se puede llegar a lograr el éxito en el mundo profesional ya sea como artista, profesional, militar, político, etc. 
Qué hacer contra las brujerías
Al enterarse de que alguien le está haciendo un "trabajo" de brujería, muchas personas tienen miedo. Esto es lo que el quiere ya que por el miedo puede dominarnos. Debemos recordar que el demonio nada puede contra los que son fieles a Dios. Nuestro Padre Celestial es Todopoderoso y nos ama. El demonio sólo puede con aquellos que no confían en Dios y por falta de fe están espiritualmente débiles o muertos. Son como pollitos que se han alejado de la protección de la gallina y se exponen al gavilán. Por eso Jesús nos dice:

Jamás se deberia ir a otro brujo para "defendernos". Eso sería caer en la trampa del demonio haciendo lo que él quiere: que desconfiemos de Dios para que recurramos a él.Muchas veces las personas recurren a la brujería en momentos de desesperación, cuando creen que es el último recurso que les queda. En esos momento vulnerables alguien les ofrece la brujería como una solución fácil. Como cristianos no se deberia recurrir a ningún medio espiritual fuera de Dios.
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